jueves, 25 de octubre de 2012

Capitulo 4


Día 22 de Junio...

Se planteaba un buen día lleno de ilusiones y entusiasmo. Allí nos plantamos nosotras, a las 9 de la mañana, con un sueño impresionante. Creo que no deberíamos haber hablado tanto por whatsapp, ¡terminamos a las dos y media de la mañana! Como pudimos nos abrimos paso entre la multitud para reencontrarnos con los demás y planear lo que haríamos. Y es que la gente estaba eufórica...

- ¡Último día de insti! ¡Siiiiiiiiiiiiiii! -  dije nerviosa.
- Mar, no tengo ganas ni de verme, no podemos hablar durante tanto tiempo.
- ¡Bueno chica!

Según transcurría la mañana, profesores y alumnos se divertían por doquier, último día de cole y seríamos las personas más felices del mundo. Este día solo estuvieron con nosotras Quique, Iván y Adrián, aunque la verdad solo teníamos ganas de estar la una con la otra.

- Tía, esta tarde solo quedamos las tres para ir a mi piscina, hoy es tarde de chicas.
- Estoy de acuerdo – dije adormilada - ¡Tarde de chicas, YUJUJUJUJU!
- Mar, déjame decirte que... – se levantó, me cogió las manos y... - ¡¡ESTÁS MUY LOCA!!

Parecía que estábamos idas pero éramos felices juntas. Rápidamente salimos sin apenas despedirnos de nadie. Al llegar a un cruce nos despedimos y cada una se fue hacia su casa. Ese día caminé despacio, pensaba en todo lo que haría. Sería una buena tarde. Llegué a casa y tardé poco en prepararme para volver a salir. Por fin un día de chicas para nosotras tres. Llegué a casa de Carol, allí estaba ella, con su bonita sonrisa. Se giró y vino corriendo.

- ¡Hola! ¿Preparada para pasar una tarde de chicas?
- Emm... Hola... Si..., que pasa, ¿ya se te ha quitado el sueño?
- Si, me he bebido un Energic de esos y me ha dado un subidón -  dijo riéndose a carcajadas.

Vimos llegar a Carlota, nos abrazamos fuerte y ella repartió besos.

- Chicas, os he echado de menos – dijo con ganas de contarnos algo -  no os imagináis todo lo que me ha pasado.
- Ya nos estás contando chiquilla – dijo Carol – Pero cuéntanos ¡que nos tienes en ascuas!
- Si, si, si, dejamos las cosas y os cuento.

Entramos en el recinto y Carol y yo, corriendo, sacamos las toallas para que nos contase rápidamente lo que le había sucedido.

- A ver ¡impacientes! – dijo sonriendo – He conocido a un chico en el conservatorio y el año que viene vendrá a mi insti. Se llama Óscar y me encanta.

Carol y yo nos miramos y reímos a carcajadas. Carlota se puso muy roja. Pobrecita ella. Ya estábamos las tres enamoradas hasta las trancas.
Casi todo el verano pasó más o menos de la misma manera. Por allí hubo algún problemilla, Adrián y yo lo dejamos, Quique se volvió un estúpido, pero estas cosas pasan y se arreglan.

viernes, 19 de octubre de 2012

Capitulo 3.

Minutos mas tarde...

- Mar... - dijo sollozando - creo que se lo que va a hacer...

Cuando ella pronunció esas palabras, me temí lo peor. Mi cabeza empezó a a pensar, a imaginar... Todo se veía oscuro, ¿cómo saldríamos de aquí?

- Dime, pero no seamos precipitadas. Cuéntame - dije intentando mantener la calma.
- Me va a dejar, pero no sabe cómo hacerlo... Tía, esto no puede ser, no puedo... Tía...

Estaba con un mal cuerpo... Escuchaba su llanto, no podía escuchar a mi amiga llorar por alguien que no se lo merece. Se que le quería, pero no puede estar mal. Hay muchos más peces en el mar...

- Carol, tranquila. Antes de pensar como él, debemos esperar. ¿Dónde estás en este momento?
- Estoy en casa de mi abuela... Snif
- Cuando vallas a subirte al piso pasáis a por mí, en mi casa, y nos subimos juntas. Ya en tu habitación hablamos sobre esto, ¿si?
- Vale, snif, te quiero. Gracias por todo, enserio.
- No me las des - dije convencida - Aquí estoy yo, para lo bueno y para lo malo. Te quiero. Luego me llamas.
- Adiós - dijo aún llorando.
- Adiós y no llores.

Justo antes de colgar escuché una carcajada, lo había conseguido, ¡LA HABÍA HECHO REÍR! Estaba satisfecha. Caminé deprisa hasta llegar a mi casa. Al llegar allí, me esperaba una comida riquísima, hoy era día de macarrones. Comí muy rápido, quería estar lista para cuando Carol me llamase. Tenía que apoyarla, me necesitaba. Mientras leía sonó el teléfono, era ella.

- Carol, ¿vienes ya?
- Si - dijo apenada -  salgo ahora mismo de aquí. Bájate al portal y voy, ¿va?
- Ahí te espero y no estés mal.
- Es imposible - dijo

Colgó. No podía pasar esto. Recogí rápido, metí en mi mochila de Las Supernenas mi toalla de rallas, protector solar y mi bikini de leopardo, ese que tanto me gustaba. Cogí las llaves de casa y salí corriendo. Allí apareció ella, con su melena al viento. Nos dimos dos besos y montamos en el coche para dirigirnos hacia su casa.

Al llegar pasamos a su habitación, notaba cómo estaba triste. Con lo feliz y sonriente que era ella...

- Carol, olvida que te he contado lo de hoy, ¿si?
- Mar, ¡es que no puedo! No quiero que eso pase...
- Voy a hablar con él.

Después de vestirnos bajamos y en el parque nos esperaban Quique y Adrián, aunque también estaban presentes tres chicos. Todavía no los conocía pero presentía que eran majos. Uno de ellos era Pedro, un chico con unos ojos muy peculiares, bajito y muy moreno; el segundo se llamaba Iván, chico alto, divertido y con el pelo muy muy rizado; y por último, pero no menos importante, Andrés, chico majo alto y rubio. Después de besar a nuestros chicos pasamos al recinto.

- Mar, que no le pasa nada. Solo es que creía que le iba a dejar por no acordarse del día en que nos conocimos. Anda que este tonto...
- Si ya te dije yo que no nos precipitásemos...
Esa tarde fue la primera de una buena era de mi vida. Fue amistad a primera vista, la verdad es que nos llevamos muy bien desde el principio. Estábamos tan unidos... Solo faltaba una persona para completarlo.

Si, la chica más increíble que existe. Apareció por sorpresa, ahora todo era perfecto. Una panda de 5 chicos skaters con tres locas muy locas. Y es que Carlota era la que cerraba el círculo.

- Pero bueno, ¿tú qué haces aquí? ¿Y el insti? - dije sorprendida por su aparición.
- Pues es que hoy no tenía clase por la tarde y Carol me había avisado...

Cuando Carlota dijo eso, transmití una mirada asesina para Carol, la cual cuando me vio, rió sin parar. Me había dado la sorpresa del siglo. Eran las mejores. todo acabó bien, tal y como esperaba.

Al llegar a casa, cené algo rápido y corriendo me metí en la cama. En unos minutos ya estaba dormida. Aún me quedaba mucho por vivir, éste solo era el principio de un buen verano.

Capitulo 2.


Días más tarde...

Pipipipi, pipipipi, pipipipi. Ese molesto y odioso ruidito que escuchaba todos y cada uno de mis días siempre a la misma hora, las 7 y 45. No tenía ni ganas para levantarme, pero justo me acordé. ¡Hoy abren la piscina de la urbanización de Carol! El día había llegado, por fin. Sabía que iba a ser un muy buen día. Allí iba a estar presente Adrián, por fin estaríamos juntos. Me preparé para ir al insti y salí escopetada.

Cuando llegué a la puerta, allí me esperaba ella, una chica con el pelo claro pero castaña, alta y muy muy guapa, con los ojos azules verdosos. Estaba hecha un pivonazo. Nada mas verla eché a correr.

- ¡Panolaaaaaaaaaaa! – y justo me eché encima de ella antes de que supiese quien la llamaba – Te he echado de menos y...

Me di cuenta de que aún estaba hablando con Quique de lo que días antes me había comentado. Interrumpí la conversación en el momento más inoportuno.

- ¡Hola Mar! – dijo Quique – No podías haber escogido un momento más oportuno para llegar.

Después de decir esto se marchó a su clase y Carol me miró con cara de pocos amigos. En cuanto la vi me eché a reír a carcajadas. Entramos juntas a la clase y nos sentamos en nuestros sitios de siempre, una al lado de la otra. Siempre redactábamos notas, cartas manteniendo una conversación. Recibí la que sería la primera de la mañana.

‘Tía, justo cuando has llegado iba a decirme algo importante. ¡YO TE MATO! ¿Vas a venir esta tarde a mi piscina?’

Cuando lo leí no podía parar de reír. Y es que me sentía mal, lo había estopeado todo.

‘Lo siento tía, no me había fijado que estabas hablando con él. ¡LO SIENTO! Por Supuesto que iré para estar allí contigo.’

Estaba emocionada, ya era Jueves, por fin llegaba el fin de semana. Faltaban muy poquitos días para terminar, de una vez, el insti. Ya era 19 de Junio y todos pensábamos, imaginábamos cómo sería la fiesta de fin de curso. Para nosotras sería genial.

Ese día, las horas se me pasaron volando, o como decía Carol, volando voy volando vengo. Las dos y media llegaron muy rápido, apenas había visto a Adrián pero por la tarde volvería a estar con él.

Antes de llagar a mi casa me había encontrado con Quique. Estaba triste y cacbizbajo, no sabía qué le sucedía. Me acerqué a él. Era cortante conmigo.

- Hola Quique, ¿qué te pasa?
- Hola. Nada.
- Se perfectamente que te pasa algo, a mí no puedes engañarme – dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- Ya lo verás.

Y con estas palabras se marchó, dejándome con la palabra en la boca, sin saber que pensar. Esto no podía callármelo. Corriendo busqué mi BB en la mochila y marqué el número de Carol. Estaba nerviosa, me temblaban los dedos, la voz. Carol si cogió el teléfono.

- ¿Si? – dijo extrañada
- Carol, Carol, Carol; te vas a morir con lo que me acaba de pasar. Estoy muy preocupada.
- Pero no te quedes callada, cuéntamelo, no me tengas en ascuas – dijo nerviosa.


[CONTINUARÁ]

Capitulo 1.


Y es que he decidido cambiar mi vida porque nada ni nadie tiene derecho a quitarme esta sonrisa de la cara. Yo, Mar, soy consciente de mi pasado y escritora de mi futuro. Mi vida, actualmente, gira alrededor de los estudios y de la música. Mi pasado no fue muy bonito que se diga, no actué bien con las personas que me rodeaban en aquel momento pero lo hecho, hecho está. En este momento soy feliz, tengo amigas estupendas, conocidos y alguien especial. Tal vez yo no sea la mejor persona del mundo, ni la más perfecta, pero soy persona, también tengo derecho a equivocarme. Creo que ya sabéis suficiente sobre mi, ahora permítanme contarles mi historia.

[...]

En una tarde de Junio...

Allí estaba yo, sentada en mi habitación, pensando en aquel chico que me hacía sentir especial. Es que él era, para mí, el mejor. Tal vez no debería haber pensado tanto en él. En ese momento un pequeño sonido quizás molesto me trajo desde mi mundo a la Tierra de nuevo. Estaba sola en casa asique me desplacé hasta el salón. Descolgué el teléfono, era ella.

- ¡Hola Mar!- dijo Carol.
- ¡Hola panoli!- dije con mucho entusiasmo- Cuéntame a ver...
- Mira, hoy estaba super raro, tía ya no se que hacer con él pero es que... le quiero.
- Carol, no te hace ni caso. Háblalo con él pero...
- Ya tía pero es que... ya no se ni qué hacer- dijo muy afligida.

Yo, bastante preocupada por mi amiga, empecé a pensar cómo poder ayudar a Carol. Tampoco es que estuviese muy en la Tierra pero lo intenté. Según estaba pensando me vino a la cabeza algo un poco fuera del tema.

- Oye Carol, hoy no le he visto y tengo ganas de verle, ¿podemos quedar?
- Mar, hoy es lunes, dentro de dos días tenemos examen de francés. Ya sabes que no se me da nada bien, y la semana que viene hay otro de Naturales. ¿Enserio piensas que voy a poder salir? Mi madre no me va a dejar.
- Bueno, bueno... déjalo, ya mañana veré a Adrián.

Y es que mientras hablaba con Carol, él me habló por wá, si si, por whatsapp. Mi BB vibró, era el mensaje más esperado de la historia. Comprobé que realmente era de Adrián y sonreí.

‘Princesa, te echo de menos. Hoy no te he visto, ¿dónde te has metido?’

Rápidamente escribí, como pude, que le echaba de menos y que los profesores no habían echado de allí. Estaba tan enamorada de él... Le quería como a nadie. En ese día no volvimos a hablar.

- ¿A que no escuchaste anoche “Ponte a Prueba”?
- Pues como comprenderás... me dormí- dije riéndome.
- Chica, ¡cómo estamos! Bueno que me voy que tengo que ir a natación.
- Vale, esta noche hablamos.
- Adiós tolai.
- Adiós.

La verdad es que no hablamos por la noche, estaba cansadísima y me fui a la cama pronto. Me dormí muy muy tarde, pensaba en él, imaginaba volver a verle. Era como un cuento, era mágico, como si estuviese en una nube. Cada día me enamoraba más.